lunes, 28 de junio de 2010

TU RESPIRACIÓN


Te miro y parece que flotas, te suspendes en el aire, tus ojos llevan prendidos dos alas y te elevas. Te siento levitar a dos palmos de este suelo que también sostiene mi cuerpo alucinado y rendido a tanta cosa bonita junta. Como si fueras un globo de helio me miras, tus manos despegan, tus pies se alzan creando un campo de fuerza que te aupa como sostenida por hilos. Y yo te observo, me recreo mirándote, murmullo todo lo que pasa por mi cabeza y solo se oyen bajitos los normal que tanto la quiera. Parece que desciendes, bajas a este planeta, te posas leve y aterrizas. Desde que te mire solo ha pasado un segundo y has respirado. Eso es todo.

SEMILLA EN LA TIERRA (Carlos Chaouen)


Duele, la vida como un puñal hay veces que duele
Y nada tiene que ver con tu boca
Que hecha para besar hay veces que muerde
Que anuncia cordura y a veces se vuelve loca
Y duele porque la piel no es materia inerte
Y duele porque el querer es dolerse a veces
Tiembla, la vida como con miedo hay veces que tiembla
Y nada tiene que ver con el aire
Que mueve tu ropa en noches de luna escueta
Que aprieta, suelta y evoca y me enloquece
Y tiembla por los latidos que tú provocas
Y también porque el querer es temblar a veces
Y cada uno en su camino va cantando espantando sus penas
Y cada cual en su destino va llenando de soles sus venas
Y yo aquí sigo en mi trinchera, corazón, tirando piedras
Contra la última frontera
La que separa el mar del cielo del color de tus maneras
La que me lleva a la guerra
A ser semilla en la tierra Y no me pidas tanto, corazón
Que tengo poco aire en el pulmón
Lo que tengo es un castillo en el cielo
Si viene la guadaña a mi rincón
Enjuágame la frente en tu sudor
Y le das un beso a todos si me muero
Ríe, la vida como un volcán hay veces que ríe
Y nada tiene que ver con el tiempo
Se ríe porque para ella somos tan leves
Como el humo azul que del pudor se desprende
Y ríe porque tu llanto se lo merece
Y también porque el querer es reírse a veces
Vive, la vida por compasión hay veces que vive
Y nada tiene que ver con la muerte
Y cuando llegue ese instante déjame verte
Que no hay mayor libertad que tenerte enfrente
Y que nadie sea absuelto por no quererse
Y vive porque el querer es vivir con creces
Y si todo es semilla no me dolerá la astilla
Que sangran de mi costado tus andares de chiquilla
Y no me digas nada, déjame a mí en mi ventana
Con los pies del otro lado, yo me fumo mis mañanas

CUENTO ABSTRACTO


Me encanta ir a la alberca de tu cama a robar conejos. Así comienza mi día más contento. Me peino, me visto y he visto una araña en un rincón de tu oído. Abro la ventana, la lluvia sonríe y descalzo me preparo el desayuno. Me siento en la mecedora, acaricio el conejo, cuento gotas en la pared y las resto de tu espalda. Soplo un par de velas y me divierte ver el humo azul por los rayos de luz que salen del final del túnel. Bostezo y bebo leche fría. Se caen los cuadros y llenan el suelo de flores. Mi conejo se esconde del ruido y la araña salta de un pétalo a otro jugando. Suena la campana del final de tus sueños. Llegas, besas y ganas. Juntos nos quedamos a estar juntos. Anochece y brillas. Cenamos carne humana y entre nosotros se duerme un conejo hermano de una araña.

jueves, 24 de junio de 2010

UN NOSOTROS EN EL BAÑO



Relamiendo mis heridas, mordiendo las cadenas que me atan a tierra firme, imagino que echo a volar, que salto al vacio, que caigo en busca de otra guerra. Mientras, humedeces mis letras con tus pechos desnudos, saboreo mi victoria, mi paso adelante, mi guerra al vacio ganada. Te huntas en crema, te limpias, te perfumas. Me miras a traves de nuestro espejo y siento que el nosotros de entonces, iba en serio y para largo. Tú pezón izquierdo me mira, yo disimulo y busco hacerle un guiño al derecho. Abres la ventana, me besas y con una sonrisa te despides diciendome que ya te leere esto mañana. Tú eres mi batalla, este es mi sitio. Aquí luchare y aquí, en tí, quiero morir con las botas puestas.

MIS GORRIONES


Migraron los gorriones de mis manos buscando un nenúfar en tu voz párvula y cándida, que les diera cobijo donde anidar caricias. Se marcharon sin billete de vuelta los gorriones de mis versos al encuentro de un secreto en tus ojos de mandarina, para que los arrullara el tiempo suficiente que les diera motivos por su canto y su paz. Volaron los gorriones de mis ideas hasta el riachuelo de tu pausa y tu calma, para aprender palabras más libres que la palabra libertad, más tiernas que tus mofletes. A saltitos se alejaron mis gorriones para acercarse sin despertar a tus miedos y picotearlos de alegría y vida viva. Vuelven ahora en bandada mis pequeños amigos que tanto me enseñaron y que tanto te aprendieron, y traen consigo un regalo, una recompensa, un precioso motivo, tu hijo que es el mio.

jueves, 10 de junio de 2010

NUESTRA HIPOTENUSA


Cuando llegaron los gatos al callejon de tu calle comenzo a llover en mi tuberculo y hasta hoy no ha cesado. Los abrazos golondrina y los besos gominola se fundieron y confundieron mi alfombra con tus papilas atractivas. Enfermaron mis esquinas, lloraron mis secretos y mi metamorfosis a mota de polvo se quedo en un cajón olvidada. Amanecia en mis venas tu sol. Como orugas hicimos camino entre la maleza, senderos en la selva. Los otoños florecian en tus acurrucos de fruta moldeando mi cariño como un pegote de barro. Y ahora que uno empieza a darse cuenta de que el tiempo cabalga aparece como paloma en chistera nuestra hipotenusa. Nuestra hipotenusa, nuestra hipotenusa.