jueves, 16 de julio de 2009

Mi niña ñoña


Tus ojos de pipos de sandía maullan al sol y mecen al niño mientras se orina en la cuna. Busco en tu pelo un algoritmo, la ecuación que mueve las galaxias, el secreto de tu candidez. Me arrastro sobre cometas de nieve, desacelero el tiempo hasta detenerlo tanto que soy capaz de deleitarme días con uno de tus pestañeos. Abanico el agua de cascadas gigantescas y hago madrugar mucho a los grillos para saborear tu despertar cuanto ántes. Tu voz de niña ñoña, tus gestos de niña ñoña, tus juegos de niña ñoña, pueden conmigo y te me entregan sin peajes, sin nudos, sin descanso.

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